Durante décadas, La Murada ha demostrado ser mucho más que una pedanía. Con más de 3.200 habitantes, un tejido social activo, un comercio pujante y unas tradiciones propias, sin embargo carece de servicios dignos de cualquier municipio. Ha llegado el momento de dar un paso adelante como muradeños y hacernos mayores de edad jurídica y económica para así «decidir nuestro propio camino como pueblo«.
Tenemos centro educativo de primaria y un centro sanitario con horario reducido y carecemos de SERVICIO URGENCIAS Y AMBULANCIAS. También unas grandes asociaciones culturales y deportivas. La Murada ha crecido y se ha desarrollado gracias al esfuerzo de su gente. Sin embargo, seguimos sin tener voz propia en muchas decisiones importantes que afectan directamente a nuestro día a día. Tenemos y debemos aspirar a más. ¿Por qué no convertirnos legalmente en lo que ya somos en esencia? Un municipio con identidad propia
No somos los únicos: otros pueblos ya lo lograron.
Casos como Almoradí, Torrevieja, Callosa de Segura, Pilar de la Horadada, Dolores, San Miguel de Salinas… todos ellos fueron antiguas pedanías de Orihuela, lo que demuestra que la transformación en municipio no solo es posible, sino deseable cuando tenemos población suficiente para sufragarnos con nuestros recursos y cuando la comunidad lo reclama con fuerza y convicción. No queremos nada que sea imposible, sino lo que ya se les dió a otros, que hoy son pueblos pujantes.
El momento es ahora.
Hoy, desde el movimiento Murada Independiente, queremos retomar con fuerza el camino que se quedó a medio andar. Con ilusión renovada, con nuevas generaciones al frente, y con el firme propósito de que cada Muradeño y Muradeña tenga voz y voto en el futuro de su tierra.
Porque el futuro de La Murada lo tenemos que decidir nosotros.
No se trata de enfrentarse a nadie, sino de apostar por una gestión más cercana, más justa y más eficiente. Se trata de hacer historia, de marcar un antes y un después, y de construir entre todos el municipio que soñamos.